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tantinos (GR) se pusieron las pilas para aprovechar cada segundo del costoso viaje.
Tuvimos dos intensas sesiones de trabajo. La primera la realizamos en un hotel rural a unos treinta ki-
lómetros al oeste de Karditsa. Estábamos en una zona boscosa y montañosa que rodeaba el lago Plastiras.
Todos los equipos presentaron sus magníficos trabajos de investigación. Nosotros llevamos ademas una
encuesta que realizamos in situ sobre las posibles “actitudes discriminatorias” de los participantes presen-
tes. La segunda sesión la realizamos en el Centro de Acogida de Inmigrantes de Karditsa. Todos sabemos de
la situación fronteriza de Grecia y sobre la presión inmigratoria que reciben. El responsable de del Centro
nos recibió y nos dio una charla sobre los trabajos que allí se realizan y la situación general del país. Allí
presentamos también nuestros videos con las entrevistas a personas con vivencias discriminatorias.
El primer dia fué la ceremonia de recepción. Conocimos el centro escolar, un enorme conjunto de edi-
ficios donde se imparte secundaria, bachillerato y formación profesional. Además participamos de cómo
el pueblo griego disfruta de su folclore, de sus danzas y canciones en coro. Estuvimos también realizando
actividades del tipo “romper el hielo” para que los chicos y chicas se conocieran y entablaran amistad.
Hemos de reconocer que el “hielo” se rompió en seguida en mil pedazos. Inmediatamente surgió la compli-
cidad y la confianza en el grupo. Ángela Amate nos cuenta.. “Mi viaje a Grecia fue muy emocionante, conocí a
personas geniales y muy divertidas allí. La familia que me acogió también eran maravillosos y fueron muy amables
conmigo. Sinceramente no tengo un momento favorito en específico porque todos me marcaron, pero si tuviera que
elegir sería el primer día que bailamos y cantamos. Todo fue muy divertido.”
Ese dia fué también nuestra primera comida juntos. Nos organizamos en mesas mixtas (de varios países)
siempre con un estudiante griego que hacía de anfitrión en cada mesa y asistía a sus compañeros.
El día siguiente nos desplazamos a Meteora, a visitar el Monasterio de Varlaam. En el recorrido hicimos
una parada en la ciudad de Tríkala, ciudad que menciona Homero en la Ilíada. Accedimos a la hermosa Mez-
quita de Osmán Saj, perfectamente restaurada y habilitada como museo. Además tuvimos la posibilidad de
pasear por el centro de la ciudad y ver sus parques y la famosa estatua de Asclepio.
Luego continuamos hacia Meteora para visitar el Monasterio Ortodoxo de Aslaam, patrimonio de la
humanidad por la UNESCO y situado en la cima de un pináculo de roca vertiginoso al que antiguamente
había que acceder con canastas o redes colgadas de poleas. Afortunadamente pudimos utilizar una segura
y larga escalera que nos llevó hasta la cima, aunque todavía el rudimentario montacargas se usa para las
mercancías. Tuvimos la fortuna de ser recibidos por un monje, pariente de nuestra coordinadora griega
Katerina, que nos hizo de guia explicandonos la compleja simbología ornamental ortodoxa. La extraordi-
naria ubicación, la atmósfera mística del lugar y la original y compleja arquitectura hicieron de esa visita
una experiencia inolvidable. La anécdota fue la obligatoriedad para las chicas de tener que colocarse
unos grandes pañuelos para cubrirse las piernas. A la vuelta paramos para la comida en un restaurante de
carretera con comida rural griega donde pudimos probar los platos típicos de la zona. Cuando pedimos el
plato más típico de la zona para tomar vimos con sorpresa que ese plato es exactamente nuestra carne con
tomate de toda la vida. Son cosas del mar Mediterráneo que compartimos.
Tesalónica se encuentra a unos
doscientos kilómetro de Kardit-
sa. Es la segunda ciudad en im-
portancia de Grecia y cuenta con
más monumentos Patrimonio de la
Humanidad que la misma Atenas.
Ese fué nuestro destino para el
siguiente día. Nos dispusimos en
los dos autocares completos de la
expedición cruzando los hermosos
paisajes helenos con las vistas al
monte Olimpo como protagonista.
La primera parada fué en el mag-
nífico museo arqueológico tesalio
con piezas muy interesantes y cu-
riosas desde la prehistoria hasta
nuestros días. Salimos con pena
del museo por la falta de tiempo
para disfrutar de todas las salas
que contenía, cuya visita supon-
dría quedarse por lo menos dos
Revista del IES Juan Sebastián Elcano | 15