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Durante estos tres siglos, contrarrestaron a es- Poco importó el dilema ético, por lo que conti-
tos avances accidentes como el de Chernobyl y con- nuaron investigando en búsqueda de más y más co-
flictos como la Revolución Francesa, La primera y nocimiento. Para poneros un ejemplo, en la famosa
segunda Guerra Mundial, y Guerras Civiles que hi- enfermedad “esquizofrenia”, la realidad y la ficción
cieron olvidar a personajes como Gandhi. Además, se confunden de tal manera que el esquizofrénico
el terremoto de Lisboa en el S. XVIII o el Tsunami piensa que lo percibe es real. Y él vive la mentira
de Asia en el S. XXI, de alguna forma, suavizaron la igual que vivimos nosotros la verdad. Vive engaña-
saturación que estaba sufriendo el mundo. do, pero sin saber qué está siendo engañado.
Sin embargo, el hombre siguió su curso, desarro- -¡Profe! ¿Y qué sucedía con la muerte?
llando una alta tecnología envidiable en estos dos - Pues lo mismo que ya sabemos que ocurre en
últimos siglos, inventando, sobre todo, el ordena- nuestro mundo. La materia no se crea ni se destru-
dor, de lo que destacaremos especialmente la inte- ye, se transforma. Aquellos que mueren se reencar-
ligencia artificial en los primeros “robots” y el juego nan en otro cuerpo completamente reseteados, es
de los “Sims”, que consiste en crear un universo a una de las leyes de la naturaleza, o mejor dicho, de
voluntad propia. la programación. No podemos ni necesitamos inter-
venir, sus vidas siguen su propio curso teniendo un
pequeño libre albedrío comparado con el supremo
proceso algorítmico que rige. Algo semejante es,
como dijimos, lo que propuso Descartes, que fue
una profecía de las simulaciones que se acabaron
creando.
Es cierto que los
humanos toman de-
cisiones y pueden
dibujar caminos dis-
tintos, pero, tarde
o temprano, todos
desembocan en lo
Ya en 2020, el Covid-19 alivió la contaminación mismo: en la crea-
y aligeró la superpoblación. Un respiro que fue efí- ción de esa simula-
mero, pues no impidió que se equipararan tecnoló- ción de vida, y en
gicamente todos los continentes, incluido África, y un proceso sucesi-
elaboraran, en 2030, un ordenador cuántico que per- vo donde la cadena
mitiría diseñar un universo dentro de ese ordenador. continúa. De hecho,
Aplicando la inteligencia artificial en los personajes como ya sabréis, los
del juego de los Sims, elaboraron un universo tan desastres naturales
complejo como el suyo propio. Es decir, realizaron forman parte de la programación para regular la po-
la misma simulación de vida en la que ellos están blación del mundo, como si de una plaga se tratase.
inmersos. Tardaron más que nosotros, pero lograron - ¿Y qué les pasará ahora a los humanos, profe?
el objetivo. - Uff, honestamente, a partir de ahí, lo que ocu-
rra es todavía una incógnita. El pequeño libre albe-
drío del que disponen puede causar un apocalipsis
que sucederá si la vanidad y el desenfreno les lleva
a hacer inhabitable y hostil incluso su propio mun-
do. El afán por superarse puede ser traicionero, y a
menudo la insensatez se disfraza de ambición, sien-
do el progreso más contraproducente de lo que uno
puede imaginar en un principio. Hemos visto cómo
la finalidad del ser humano ha evolucionado desde
la pura supervivencia, a la búsqueda de la felicidad,
y ahora, a la búsqueda de la verdad. Se han vuelto
locos, nada
importa si no es útil, si no sirve para algo. Todo se
Obviamente, enloquecieron, y empezaron a pen- subordina al progreso científico, cualquier otra cosa
sar que ellos eran ahora los dioses omnipotentes que se la denomina retrógrada, y avanzan con los ojos
tanto veneraban. Es decir, se invirtió el pensamiento cerrados pisando el acelerador ante el impacto que
religioso con el que todo empezó. inevitablemente se avecina.

44 | El Perícano digital | junio 2020