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señores, fue uno de los mayores ralentizadores del brimiento de “América”, un nuevo continente, se
progreso: la violencia y los conflictos entre huma- abriría una nueva etapa realmente prolífica, como
nos, que en vez de colaborar para un mismo fin, se su nombre bien indica, el Renacimiento. Científi-
estorbaron. Por ejemplo, la Biblioteca de Alejan- cos como Copérnico, Galileo, Kepler, o Gutenberg
dría fue incendiada, lugar donde se reunía el cono- y su invención de la imprenta, revolucionarían la
cimiento contemporáneo, por lo que nunca sabre- sociedad contemporánea en nombre del antropo-
mos la verdadera gravedad de este hecho. Y lo peor centrismo.
de todo, es que se designa la palabra “animal” para Siguiendo esta tendencia, el Barroco, en el S.
referirse a la brutalidad y “humano” para alegar a XVII, dejaría personalidades como Newton o Pascal,
la bondad. A veces parece que se han invertido los pero nos interesa especialmente el trascendental
términos. legado que dejaría Descartes con un elemento que
no es, sin embargo, de sus propuestas más famosas.
Este pensador definía la realidad como un mundo
Pero bueno, obviando esta última deficiencia, la matemático que funcionaba como un engranaje
Antigüedad supuso un paso agigantado durante la perfecto según las leyes de la naturaleza que Dios
luz del día, que sería posteriormente invadido por había creado, y que se bastaba por sí mismo, sin
una larguísima noche que olvidaría la biología de necesidad de la intervención de este. Más tarde ve-
Aristoteles y Demócrito, la filosofía de Platón o las remos la importancia capital de esto.
aptitudes políticas de César, para sumergir al mun- Como vemos, la ciencia se va imponiendo a una
do entero en un abismo llamado teocentrismo. religión que se va desinflando poco a poco duran-
Tras la aparición de Jesucristo, San Pablo y La te el S. XVIII, XIX y XX. Las reformas de la Ilustra-
Iglesia se harían cargo de que absolutamente todo ción, las teorías de Einstein, el polémico ateísmo
se destinase a Dios y la Biblia. Los medievales de Nietzsche y la teoría de las especies de Charles
creían con los ojos Darwin, que probó que el hombre viene del mono,
vendados y los oídos hicieron temblar los cimientos religiosos de la épo-
tapados, es decir, ca. Dios brillaba por su ausencia, y la gente se había
tenían fe en un Dios cansado de esperar.
que no hablaba con
ellos ni hacía acto
de presencia, pero
al cual se le espera-
ba como un perro a
su amo para volver a
casa.
Por si fuera poco,
se propagó además
La Peste, enferme-
dad que acabó con
media Europa y su-
mió a la población
en la más profunda Por supuesto, la Revolución Industrial supuso un
miseria. Ya en el S. monumental auge tecnológico, quedando así un
XV, con el descu- mapa con una clara hegemonía europea.
Revista del IES Juan Sebastián Elcano | 43